Quizá creas que la arroba tuvo su origen en la era de Internet, y que se creó específicamente para las cuenta de correo electrónico, pues no, estás muy equivocado, o en parte.
Aunque no se sabe exactamente cuando surgió este carácter tan especial, los historiadores están convencidos de que la palabra "arroba" es de origen árabe (ar-roub), cuyo significado es cuarto o cuarta parte, usándose como unidad de medida.
Por otro lado, el símbolo "@" era utilizado en la Edad Media por los copistas de libros, ya que unían entre sí las letras "a" y "d" (ad), preposición en latín que significa hacia o hasta.
Como era tan repetida, y al ser su copia a mano, es normal que intentaran de acortar para ahorrar tiempo y tinta en cada escritura.
Poco a poco la "@" fue utilizada en todo tipo de documentos, siendo extendida y usada en cartas oficiales antes del nombre del destinatario. La carta o documento más antiguo data del año 1448.
Con el paso del tiempo, y tras varios significados, los norteamericanos lo usan como contracción de las letras "at", cuyo significado en inglés es "a", "en", "de" y "hacia".
Tras la llegada de la máquina de escribir a finales del siglo XIX, la arroba fue incluida en su teclado, y desde allí hasta los actuales de los ordenadores.
En 1971 el ingeniero y programador Raymond Samuel (Raymond Samuel), implementó el primer correo electrónico.
Para ello necesitaba usar un símbolo que no apareciese en los nombres propios de las personas-empresas ni en los servidores, y que además estuviese en los teclados... Voilà, allí estaba la @.
Y recuerda... "el poder está en tu mano".